¿El volumen de producción de su empresa ha crecido tanto que necesita nuevas instalaciones o cambiar las existentes? ¿Está sufriendo retrasos o dificultades en sus procesos industriales por deficiencias en la infraestructura? Entonces este artículo es para usted, pues repasamos una selección especial de los factores que debe considerar antes de seleccionar el diseño de una nave industrial, ya sea para una fábrica, bodega o centro de distribución.
En esencia, una nave industrial es una edificación que se diseña y construye para desarrollar actividades de manufactura, transformación, ensamblaje, almacenaje y/o distribución.
Así, para planificar un proyecto de construcción con esos cometidos, debe tener en cuenta los siguientes aspectos:
a) La situación económica de su compañía, sobre todo porque se trata de una inversión considerable por lo que debe conocer con precisión el monto disponible para ello.
b) Las necesidades operativas de su negocio en cuanto a:
- Dimensiones.
- Capacidad de producción (cuando aplique).
- Distribución de distintas zonas.
- Altura.
- Densidad de trabajadores, pues esto dictará la cantidad y tamaño de servicios para higiene personal, comedores y vestidores, etc.
- Iluminación.
- Ventilación.
- Equipamiento, con respecto a su tipo, localización o posición al interior, peso, y otros requisitos especiales.
- Sistemas de seguridad.
- Normativas legales y/o regulaciones medioambientales.
- Requerimientos sanitarios.
- Tráfico vehicular interior.
- Materiales constructivos que más se ajusten a sus exigencias específicas.
- Etc.
Gracias a nuestra trayectoria de más de dos décadas en el sector de la construcción, sabemos que cada nave industrial es única y, por tanto, el tipo de productos y las actividades que acogerá son determinantes; así como si hay que reservar espacios para oficinas o es más importante contar con amplias zonas para maniobras, por ejemplo.
c) La ubicación que ya tiene o que debe conseguir.
Cuando se trata del diseño de una nave industrial la localización ideal es aquella que toma en cuenta, una vez más, los usos que va a tener la nave industrial; y la distancia con respecto a puntos de venta y/o clientes, ya que esto último también incide en los gastos logísticos, tiempos de entrega y niveles de satisfacción con el servicio.
Y en ese mismo sentido son importantes la disponibilidad de agua y energía, por ejemplo; así como el estado de las vías de comunicación y transporte (carreteras, aeropuertos, vías férreas o puertos), que de igual modo definen la accesibilidad para proveedores y empleados.
d) Las proyecciones de crecimiento para diez años o más, con el propósito de considerar desde ya su adaptación o ampliación en el futuro.
e) Y, por supuesto, el plazo en el que debe estar listo el inmueble.
Al examinar y tomar decisiones a partir de todo lo planteado en esta nota, asegurará que el diseño de una nave industrial realmente optimice sus procesos, asegurando el balance entre costos y beneficios y, de la misma manera, aprovechará durante muchos años todas las ventajas que se proyectaron al inicio.
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