La ejecución de un proyecto de construcción es un proceso muy complejo. Y aunque en internet abundan artículos que abordan este tema, en Qualicons consideramos que, a través de esta entrada de nuestro blog, podemos ayudar a priorizar y a explicar, en un lenguaje más universal, algunas de las tareas más relevantes.
En ese sentido, más allá de la terminología técnica, todos los involucrados deben comprender que, para que un proyecto constructivo sea exitoso, hay que cuidar la fase de planificación y, por supuesto, la de edificación de la obra.
Punto de partida
Todo comienza con el cuidadoso análisis de las necesidades, expectativas y/o motivaciones de los futuros dueños y/o usuarios del inmueble; así como de las características del terreno que ya se tiene o que, incluso, debe encontrarse.
Luego, se formula la solución a partir de la cual se diseña el proyecto. Y, como parte de la planificación, también tienen cabida los estudios de factibilidad en términos técnicos, económicos, administrativos, legales y medioambientales.
De esta manera, es posible contar con un claro entendimiento de los alcances de la obra, que se traducirá en un presupuesto detallado y en un cronograma que asegure el cumplimiento de los plazos establecidos.
Asimismo, antes de colocar la primera piedra, es necesario que profesionales del sector realicen actividades como las siguientes:
- Tramitología y gestión de permisos.
- Preparación y entrega de un contrato con el detalle de costos, tiempos, así como de las condiciones que regirán la relación entre las partes.
- Programación de la obra, estableciendo plazos parciales y totales.
- Selección y contratación del equipo humano.
- Compra de materiales, además de la adquisición o alquiler de la maquinaria.
- Entre otras.
¡Manos a la obra!
La construcción es el paso clave para materializar el proyecto. Por tanto, lo mejor es que cuente con la asesoría adecuada desde el principio hasta el final de la misma, de manera especial en lo que respecta a la dirección de la obra, es decir, para interpretar los planos y las especificaciones técnicas; así como para coordinar las actividades de todas las personas involucradas, que suelen tener distintas profesiones u oficios y proceder de diferentes empresas.
Finalmente, todas estas actividades deben liderarse cuidando el cumplimiento de las normas y los requisitos de salud y seguridad ocupacionales; sin perder de vista el control de calidad.