El desarrollo de un nuevo proyecto inmobiliario tiene como objetivo proveer un espacio de vivienda, trabajo o entretenimiento para los miembros de una comunidad. Así también, cada nueva edificación tiene un objetivo comercial para quien lo desarrolla.
Con cada nuevo inmueble, el diseñador debe tener claro hacia quiénes está dirigida la nueva edificación; esto implica entender bien quién será el usuario, cómo es su estilo de vida, qué uso le dará al espacio y cuáles son sus expectativas. Esto es principalmente importante teniendo en cuenta que las generaciones van cambiando y con ellas sus necesidades y preferencias. De esta manera, el diseño estará enfocado completamente en generar espacios eficientes y cómodos para los futuros habitantes. Esto aplica tanto para espacios de vivienda, como espacios de oficina y de ocio.
Las generaciones actuales han desarrollado una clara preferencia por acercarse a un estilo de vida que esté en armonía con el medioambiente: menos plástico, menos desechos, mejor uso de los recursos, espacios funcionales, mayor contacto con la naturaleza, etc.
Las empresas también han dado un giro en su operación, poniendo ahora mucho más énfasis en el bienestar de cada uno de sus colaboradores, ya que entienden la importancia que esto representa en su nivel de productividad. De ahí que también las compañías buscan espacios diseñados tomando en cuenta las expectativas de comodidad de sus colaboradores.
Impacto Ambiental
Sorpresivamente, la construcción es el sector que mayor impacto tiene sobre la huella de carbono en el mundo. Es el sector que genera una mayor emisión de CO2, la cual es incluso mayor que la generada por los automóviles o transporte.
Hace algunas décadas no parecía haber una forma diferente de aplicar procesos de construcción que permitieran reducir este impacto en el medioambiente, pero afortunadamente en la actualidad hay varias formas con las cuales los constructores pueden hacerlo, teniendo un enfoque mucho más consciente. Es así como ha nacido la Construcción Sostenible.
Un edificio sostenible, o “verde”, es respetuoso de su entorno, ofrece un uso eficiente de los recursos disponibles, a la vez que genera comodidad y bienestar en el interior para sus habitantes. Una de las principales ventajas, es que incluso puede reducir varios factores:
- Utilización de energía,
- Emisión de CO2,
- Consumo de agua,
- Desechos sólidos.
Lo anterior representa una forma clara de reducir la huella de carbono provocada por la construcción del nuevo espacio, pero además tiene un impacto directo y muy positivo sobre el factor económico del proyecto; el cual beneficiará también al usuario. Esto se traduce en un excelente diferenciador comercial que el desarrollador puede aprovechar muy bien desde el punto de vista mercadológico.
Certificaciones
Sabiendo que los usuarios buscan opciones de espacios sostenibles, los desarrolladores pueden considerar obtener una certificación que respalde las cualidades del proyecto, convirtiéndolas en un diferenciador comercial para el mismo.
Existen varias certificaciones en el ámbito inmobiliario, cada una enfocada a un objetivo claro que apoya la sostenibilidad de la edificación.
Certificación LEED
Esta certificación internacional está enfocada en diseñar y construir espacios eficientes y respetuosos del medioambiente. Contar con una certificación LEED, tiene como objetivo poder generar una “etiqueta” como la de valores nutricionales que vemos actualmente en los alimentos, de manera que sea fácil entender, a simple vista, cómo ha sido diseñado y construido un edificio, así como de qué forma funciona dentro de los estándares de sostenibilidad.
La certificación LEED califica los proyectos basándose en los siguientes puntos:
- Proceso integrativo: se trabaja desde el inicio con todo el equipo de especialistas; arquitectónico, hidráulico, eléctrico, etc. Con el objetivo de tomar decisiones acerca del proyecto, bajo la misma visión de sostenibilidad.
- Ubicación y transporte: se toma en cuenta el impacto que tendrá el edificio en cuanto a su accesibilidad, transporte y conectividad con sus usuarios.
- Manejo del sitio: como se impactará positivamente al sitio en comparación como está actualmente (sin el edificio).
- Manejo del agua: consumo eficiente, reutilización y tratamiento del agua. Este punto tiene un gran impacto en la vida del proyecto.
- Energía y atmósfera: se toma en consideración la luz natural, energía y carga térmica de la edificación.
- Materiales y recursos: considera todo el proceso de elección e integración de materiales que apoyen las características sostenibles del edificio. Este punto representa una gran oportunidad para los proveedores de materiales de construcción, quienes podrán alinearse mejor a las expectativas de sus clientes, sabiendo que inclinarán su preferencia por aquellos materiales con más características de sostenibilidad.
- Calidad ambiental interior: cómo la calidad del interior impacta en la habitabilidad del edificio.
- Innovación: la certificación apoya toda innovación que se realice en la construcción sostenible, teniendo como objetivo hacer al edificio aún más eficiente.
- Prioridad regional: pueden obtenerse créditos adicionales por factores aplicados que tengan un impacto ambiental, social o de salud pública específicamente en la región donde se construye el proyecto.
Certificación WELL
También es una certificación internacional, y está enfocada específicamente en el bienestar del ser humano; su objetivo es generar edificios y comunidades que ayuden a las personas a prosperar en todo sentido. Nuestras nuevas generaciones tienen un interés especial por cuidar de sí mismos. La salud, el bienestar físico y mental son de gran relevancia en la actualidad, incluso desde un punto de vista económico: Las compañías saben que un colaborador más saludable es un colaborador más productivo; por lo que cada vez es más frecuente invertir en mejorar las condiciones de trabajo y de ambiente para los colaboradores. WELL permite al desarrollador certificar su proyecto, entendiendo que es algo de gran importancia para los usuarios.
Aplicación
Existen varios tipos y niveles de certificación. Algunos son enfocados específicamente para vivienda, o para espacios de trabajo, entretenimiento o estudio. Pueden también aplicarse a proyectos en condominio como a propiedad privada. Incluso, algunos gobiernos han empezado a tomar en cuenta alguna de las consideraciones de las certificaciones para establecer normas en la construcción dentro de su territorio.
“Triple Bottom Line”
La triple línea de resultados, o “triple bottom line” es una manera en la cual las compañías de todo tipo pueden integrar tres aspectos para alcanzar resultados sostenibles:
- Económico (ganancias)
- Ambiental (planeta)
- Social (personas)
Puede aplicarse muy bien a una nueva construcción, teniendo en consideración que, si una de ellas no funciona de manera óptima, entonces el proyecto ya no es completamente sostenible. Esta línea de resultados está muy bien alineada con el objetivo de la construcción sostenible: generar espacios en donde todos los elementos estén integrados en total armonía con la naturaleza y el ser humano; considerando el bienestar y confort en todas las áreas habitables.
¿Es más costosa la construcción de un proyecto certificado?
Una de las principales dudas que surgen al hablar de construcción sostenible es el precio. Existe la percepción de que es mucho más costoso construir bajo esta línea, que hacerlo de la manera como se ha hecho tradicionalmente. Naturalmente, cualquier certificación tiene un costo, el cual puede considerarse como algo adicional, si se compara con el estándar tradicional de diseño y construcción. Sin embargo, un diseño sostenible supone una gama de beneficios tanto para los usuarios como para el desarrollador y el administrador del inmueble.
En Guatemala y la región centroamericana hay varios proyectos certificados y en proceso de certificación, lo cual demuestra una gran aceptación de estas herramientas, tanto por los profesionales de la construcción como por parte de los usuarios, quienes ya han inclinado su preferencia por este tipo de edificaciones. Quienes han optado por certificar uno o más proyectos coinciden en que es necesario tener un enfoque adecuado, así como un entendimiento del potencial de eficiencia y ahorro que pueden generarse en un proyecto, de manera que la certificación se convierte en una ventaja mucho más grande que lo que podría haber representado el costo inicial. Incluso, muchos proyectos certificados han llegado a representar un ahorro considerable gracias a la certificación. Por el contrario, varios proyectos en los cuales no han sido considerados los factores de sostenibilidad han requerido un mayor consumo de recursos energéticos e hídricos, el cual ha excedido el costo que la certificación hubiese representado.
De tal manera, ante la incertidumbre de si la construcción sostenible es más cara o no, la nueva pregunta es: ¿Será más caro no hacerlo sostenible?
*Información proporcionada por
Ing. Jose Pablo Labbe