Interconectividad. Automatización. Datos en tiempo real. Estos son algunos de los principales cambios que genera la industria 4.0, un concepto que se refiere a integrar las tecnologías inteligentes con la producción y las operaciones físicas.
Entonces, además de tener la capacidad de afectar los procesos productivos de todas las industrias y sectores, puede transformar los productos, la cadena de suministros; así como las relaciones con inversionistas, proveedores y clientes.
Algunas de las innovaciones tecnológicas que están impulsando esta cuarta revolución industrial son: las herramientas de planificación de recursos empresariales (ERP), la robótica, la inteligencia artificial, la automatización, la computación en la nube y el internet industrial de las cosas (IIoT, por sus siglas en inglés).
Y como es natural, cada empresa debe identificar las que mejor pueden satisfacer sus necesidades específicas. En caso contrario, corre el riesgo de perder competitividad.
¿Cómo se aplica la manufactura inteligente?
Para ejemplificar mejor el impacto de la industria 4.0 en el día a día, veamos cómo cambian dos áreas específicas de una empresa.
Por ejemplo, en el área de mantenimiento, facilita el salto desde una gestión preventiva a otra predictiva, anticipándose a problemas o fallas que podrían surgir más adelante. Lo que también se traduciría en menores tiempos de inactividad de la maquinaria y en menores costos por reparaciones.
Y en lo que respecta a la cadena de suministros, permite que esta sea más ágil y eficiente, en tiempo real, con las tareas de transferencias, disposiciones, reclasificaciones y ajustes de activos.
En definitiva, todos los involucrados en el ciclo de vida del producto pueden compartir visiones informadas, enriquecidas y actualizadas de la totalidad de los procesos.
A la fecha, la consultora Deloitte ha identificado que los sectores que más han avanzado en la adopción de la industria 4.0 alrededor del mundo son: electrónica, manufactura, química, madera, logística-transporte, automoción y, por supuesto, ingeniería-construcción.
En dicho contexto, estas son algunas de las situaciones que suelen enfrentar las compañías para decidirse por la manufactura inteligente:
- Mantener o mejorar la calidad de los productos.
- Optimizar la satisfacción y la experiencia de los clientes.
- Aumentar la eficiencia y rentabilidad.
- Destacar en un mercado con competidores agresivos.
Así, entre los beneficios más reconocidos al adoptar un modelo de industria 4.0 figuran estos siete:
- Fortalecimiento del trabajo colaborativo entre los equipos de trabajo y departamentos, permitiendo a la vez una comunicación más directa y fluida para la toma de decisiones.
- Proactividad para abordar y resolver problemas potenciales.
- Reducción en los tiempos de producción.
- Mejor control del uso de todos los recursos.
- Mayor seguridad en los procesos.
- Menor generación de desperdicios.
- Atracción y retención del talento más joven.
Finalmente, a partir de lo planteado previamente, es vital reconocer, en primer lugar, que la industria 4.0 no solo consiste en invertir en tecnología y nuevas herramientas, sino en transformar la manera en la que una empresa opera y crece.
En segundo lugar, tampoco es necesario aplicar todas las innovaciones al mismo tiempo, solo las que vayan resultando más favorables.
Y, en tercer lugar, estas adaptaciones suelen requerir cambios en la infraestructura que acoge todas las actividades productivas. Por tanto, nosotros podemos apoyarle con la construcción o adecuación de sus instalaciones, ¡platiquémoslo!