Un nuevo gran cliente, mejorar la capacidad para almacenar materias primas o productos terminados, un nuevo mercado al que ingresar o la reorganización de las operaciones, son algunas de las circunstancias que llevan a pensar si ha llegado el momento de ampliar una nave o planta industrial.
Por tanto, en este artículo le presentamos, uno a uno, diferentes factores que debe valorar antes de tomar la decisión final.
1)
¿Esta aprovechando al máximo la capacidad actual de su nave o planta industrial? Calcular la capacidad del espacio que ya tiene y examinar si lo está utilizando de forma eficaz debe ser el primer paso para un proyecto de este tipo. Y, por ejemplo, si su requerimiento puntual es ampliar una nave industrial debe tener en cuenta:
- El diseño original del espacio.
- El tipo de racks o sistemas utilizados.
- Los tipos de bienes que se almacenan.
- El número de referencias.
- La forma en la que se están almacenando los artículos.
- El tipo de tarimas que están usando.
- Los procesos y normas de almacenamiento.
- Etc.
En el caso de las plantas industriales, toda empresa busca el máximo rendimiento a partir de las líneas de producción y de la infraestructura existentes. Y, en ese sentido, es necesario un buen estudio de desempeño y de mercados; abordando además aspectos como la automatización y la eficiencia energética.
2)
¿Por qué y para qué desea ampliar una nave o planta industrial? Gracias a la revisión planteada en el numeral anterior, tendrá la información necesaria para responder a estas dos interrogantes de manera efectiva. Pues, aunque parece obvio, definir sus objetivos con precisión es fundamental para conseguir los cambios y mejoras que espera.
3)
¿Cuál debe ser el tamaño de la ampliación? En definitiva, la respuesta a esta interrogante resultará de la capacidad de producción o almacenamiento que desee alcanzar; así como del número de trabajadores que realizarán las tareas en los nuevos espacios, la maquinaria o equipo requeridos, el tamaño de lo que se fabricará o resguardará, el flujo de materiales, entre muchos otros elementos.
4)
¿En cuánto tiempo debe estar lista la ampliación? Este factor determinará en gran medida el alcance de todo el proyecto, los procesos a seguir y también el monto de inversión, teniendo en cuenta que cualquier retraso repercutirá en sus resultados.
5)
¿Está dispuesto a gestionar las molestias derivadas de las obras? Normalmente, cuando las nuevas construcciones se ejecutan en sitios ya ocupados y activos, hay que anticipar y decidir cómo se manejarán impactos como la contaminación acústica, la presencia de equipos de construcción, el tráfico de trabajadores, la suciedad y los cambios en el flujo de aire, entre otros.
Finalmente, hay que tener en cuenta que, con frecuencia, las naves o plantas industriales comienzan con pequeñas operaciones, pero, a medida que crecen, sus necesidades cambian y tanto los servicios públicos como la misma infraestructura resultan insuficientes.
Entonces, es muy probable que las ampliaciones se vuelvan demasiado costosas, por lo que puede resultar más adecuado considerar un proyecto completamente nuevo y en otra ubicación.
Y cualquier que sea el resultado de todo este análisis que acabamos de describirle para ampliar una nave o planta industrial, recuerde que también puede contar con la asesoría de una empresa constructora con experiencia en la optimización y acondicionamiento de infraestructura de este tipo, que le aportará una perspectiva fresca en materia de eficiencia y productividad.