Si está proyectando la construcción de una bodega, nave o planta industrial, es probable que se haya planteado si le conviene o no contar con estructuras de acero.

En términos generales, en cuanto a la estructura, tiene tres opciones para elegir: concreto, acero o mixtas.

Las estructuras de concreto son rígidas y, en consecuencia, permiten edificar varias subestructuras en planta; además, tienen un mejor comportamiento ante el fuego o la corrosión, sin tratamientos especiales.

Sin embargo, ofrecen tres limitaciones de peso: el costo es más elevado, los tiempos de construcción son más prolongados y no permiten crear espacios tan amplios ni luminosos.

Pros y contras de las estructuras de acero

Veamos ahora lo que las estructuras de acero pueden ofrecerle a su proyecto industrial:

  1. Son más ligeras que la realizadas con otros materiales, lo que se traduce en menores costos de cimentación.
  2. Su montaje es mucho más rápido con respecto al concreto y a otros materiales. Esto se debe, sobre todo, a que mientras los elementos de la estructura se fabrican en el taller, se puede avanzar con el movimiento de tierras y con la cimentación.
  3. Ofrecen mayor estabilidad en cuanto a peso y fuerza.
  4. Su homogeneidad, es decir, que sus propiedades no cambian significativamente a lo largo del tiempo. Así, si se les da un mantenimiento adecuado, pueden durar indefinidamente.
  5. Han demostrado un buen comportamiento en caso de sismos gracias a su ductilidad.
  6. Permiten realizar modificaciones y ampliaciones de manera relativamente sencilla.
  7. El resultado final le permite lograr espacios más amplios y con mejor iluminación.
  8. Y cuando termina la vida útil de una edificación, las estructuras de acero pueden desmontarse y volver a utilizarse en otro sitio con bastante facilidad.

Y a pesar de todas estas bondades, también es importante que tome en cuenta estas desventajas:

  1. Las estructuras de acero son altamente sensibles a la corrosión, dependiendo del lugar donde se ubique la obra y de otros agentes externos. En consecuencia, requerirán mantenimiento, cuyos costos debe considerar.
  2. De igual modo, si necesita mejorar la resistencia al fuego, tendrá que aplicar recubrimientos especiales.
  3. Son sensibles a torceduras y a temperaturas elevadas que pueden acelerar la pérdida de su fuerza.

Finalmente, tiene la alternativa de elegir estructuras mixtas, es decir, que combinan lo mejor del acero y del concreto, todo en función del diseño y de las necesidades puntuales del proyecto. Y en términos de costos, aunque no suelen ser tan económicas como las que solo están hechas de acero, sí son menos onerosas que aquellas construidas exclusivamente con concreto.